Carece de sentido la dimisión o la expulsión

 

El torturador Sr. Lamela

Ni va a dimitir ni lo van a echar. El señor Lamela ha realizado perfectamente su trabajo, en ese eslabón imprescindible de la artillería de los poderosos contra la dignidad humana, y ha de obtener su recompensa. Tiene que cobrarse los réditos por su interpretación. Estos trabajos están muy bien pagados.
Ni dimite ni lo van a echar porque llevar a cabo su ideario político es el trabajo que le han encomendado.
Para dimitir tendría que reconocer que ha sido utilizado por el PP en su estrategia de denigrar las Instituciones Sanitarias y de alentar el sufrimiento para los demás.
Para echarlo el PP tendría que reconocer que su objetivo del enriquecimiento privado pone otra vez de manifiesto su absoluto desprecio a los seres humanos que sufren.
Ya se ha manifestado el PP. Su intención es destruir la Sanidad Pública y si para ello se requiere criminalizar a profesionales o instaurar mecanismos de tortura sobre las personas en estado terminal, ya se sabe que para el PP la vida humana ajena carece de valor, sólo somos un material más para obtener beneficios.
Carece pues de sentido la dimisión o la expulsión.

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