La cortina de humo ha triunfado.
La permanente alusión al ácido bórico ha eclipsado al instigador de los atentados, el que hizo todo lo posible para que el crimen sucediera al aliarse con invasores de países ajenos.
El que desprecia la vida humana por enriquecerse, y todos sus acólitos que piensan que la riqueza, aunque sea robando, importa más que la vida, son los autores intelectuales de la barbarie del 11-M: Aznar y sus prosélitos.
Por eso la justicia ha fracasado, porque no han sentado en el banquillo de los acusados al criminal Aznar, sino a unos funcionarios acusados por los defensores de la crueldad: La AVT.
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